Mayas


Escenario Geografico:

El área maya forma parte de Mesoamerica, poseyendo la figura de un rectángulo que abarca el sur de México (Tabasco, Chiapas y la península del Yucatán), gran parte de Guatemala, todo Belice y sectores de Honduras y El Salvador.Superficie de agudos contrastes, se divide en 3 secciones caracterizadas tanto por sus rasgos geográficos como por sus expresiones culturales. Se le llama regiones Norte, Centro y Sur. Las 2 primeras son tierras bajas en oposición a la montañosa meridional.


La región norte comprende los estados de Yucatán, Campeche y Quintana Roo, es decir, la porción septentrional de la península del Yucatán. Esta es en general una gran planicie calcárea interrumpida solo por las sierras Puuc que se alzan al suroeste sin sobrepasar los 100 m de altitud. El clima es seco y la vegetación compuesta por matorrales, sobresaliendo el Henequén o sisal. Entre mayo y octubre caen lluvias que son rápidamente absorbidas por la tierra porosa. Casi no hay ríos; existen pequeñas lagunas, pero las fuentes de agua mas importantes son los cenotes, pozos naturales de agua originados por la acumulación de líquido sobre rocas subterráneas impermeables, que quedan al descubierto cuando se desprende la capa superior de la corteza terrestre.

La región central esta constituida por el Peten guatemalteco y las selvas de Chiapas, Tabasco y Campeche, en México; Belice y parte de Honduras. De clima tropical, esta cubierta por una exuberante vegetación y pantanos que dificultan la agricultura y el desplazamiento humano. Surcada por innumerables ríos, que concluyen en la cuenca del Usumacinta, la navegación fluvial fue la vía más expedita para las comunicaciones interiores y con el Golfo de México. El rió Motagua conducía al Golfo de Honduras. Sus especies mas comunes son la Ceiba, cebro, palmas, ramón caoba y chizapote. Entre ellos deambulan jaguares, tapires, ciervos, pecaries, monos, loros, pavos.

La región del sur incluye las montañas de Chiapas, Guatemala, norte de El Salvador y noroeste de Honduras. El clima, según la altura varía de templado a frió. Bosques de pinos, cipreses, robles y caobas crecían entre los ríos intramontanos y los lagos derivados del activo volcanismo que afecta a la región. En la vertiente del Pacifico lo hacia el cacao. Quetzales y guacamayos de vistosas plumas son característicos de la zona. Reptiles, peces, batracios e insectos completaban la fauna del territorio maya.

Cada región representa un momento específico de su historia, sin embargo alcanzaron su pleno florecimiento en el área central.

Estructura económica:

La roza, sistema agrícola de las selvas:Para poder cultivar en la región central era indispensable derribar los árboles, tarea que se cumplía entre diciembre y enero los 2 primeros meses de la estación seca. Los troncos se utilizaban para construir las paredes de las chozas y las ramas se dejaban secar para quemarlas durante marzo y abril. Las cenizas se transformaban en abono. A comienzos de junio se sembraba. En un hoyo hecho con un palo aguzado se echaban semillas de maíz, frijoles o calabazas. Las lluvias tempranas regaban las siembras que, de vez en cuando, se desmalezaban.Un campesino, durante el crecimiento, disponía de mucho tiempo libre para dedicarlo a otras labores hasta fines de octubre cuando se iniciaba la cosecha.Tal sistema agrícola se denominaba roza, y los campos milpas. Su gran ventaja era que exigía poca mano de obra comparada con el rendimiento de las siembras. Por ello los milperos (campesinos) podían contribuir con sus energías a otras faenas, su desventaja: el rápido agotamiento de la tierra provocada por la erosión pluvial, lo que obligaba a una continúa rotación de las milpas (campos) hasta que nuevamente eran productivas.La roza impedía altas densidades de población y el aglutinamiento de éstas en grandes ciudades.

Cultivaban: tubérculos (patatas, camotes y yuca o mandioca), el árbol ramón les proporcionaba una especie de nuez rica en proteínas y grasa. Cosechaban cacao, avocados, tomates, ají, pimiento y vainilla, también recolectaban frutas silvestres como el mamey, aguacate, la papaya, guayaba y plátanos.

Los alimentos se almacenaban en bodegas subterráneas: los chultunes. Estos estaban revestidos con muros de piedra y en el piso había un sistema de desagüe para eliminar el agua que solía filtrarse en los largos periodos de lluvia.

El intercambio, actividad vital para las ciudades selváticas:Las tierras bajas, a pesar de su aparente homogeneidad, poseían una producción diversificada con recursos propios para cada área. Ello obligó a establecer un contacto comercial entre las ciudades mayas, a través de la cual lograron integrarse para constituir una sola civilización (aunque desde el punto de vista político eran totalmente autónomas).El intercambio se realizaba a través de rutas fluviales. Embarcaciones transportaban, de un lugar a otro, pedernal, obsidiana, ámbar, lava volcánica, incienso, pieles, plumas y sal; llegando algunas ciudades a especializarse en la extracción o elaboración de determinados bienes.Como elementos de intercambio empleaban plumas, semillas de cacao, cal, incienso, algodón, plaquitas de jade o esclavos.

Organización social y política:

Generalidades:

Los Mayas nunca formaron un solo Estado unificado y centralizado. Los asuntos politicos y administrativos de cada ciudad-estado estaban a cargo del gobernante y su grupo de parentesco mas inmediato. Durante la epoca clasica este comenzo a tener un carácter divino. Existian alianzas regionales entre ciudades estado, pero no existio una de ellas que detentara el poder absoluto sobre las demas por largo tiempo.

Las urbes clásicas mayas estaban conformadas por un núcleo llamado también centro ceremonial, donde residían los dirigentes, sacerdotes, artesanos y mercaderes. Debido a las tareas especializadas que realizaban no cultivaban alimentos. La población agrícola se localizaba en las selvas a bastante distancia del centro urbano, pero cerca de las milpas. Allí familias consanguíneas se agrupaban en parajes componentes de menos de 10 chozas y rancherías con más de 50 habitaciones.

La ciudad dispersa funcionaba como un Estado, a cuya cabeza se encontraba un soberano absoluto, el Halach Uinic (Hombre verdadero) o Ahau. El cargo se traspasaba de padres a hijos, si estos eran menores de edad, ejercía como regente el hermano del señor difunto. El dictaba las leyes, administraba la justicia y organizaba el comercio. Gobernaba la ciudad asesorado por un Gran Consejo que integraban los principales jefes y sacerdotes. Su persona estaba divinizada, ostentando por tanto, el cargo de supremo sacerdote. Vivía en un palacio rodeado de sirvientes y esclavos.

Por la importancia de sus cargo evidentemente nombrada a los jefes de parajes y rancherías llamados Bataboob. Estos estaban encargados de mantener los lazos y obligaciones entre campesinos y centro ceremonial, especialmente en lo que se refería al trabajo tributario y al servicio militar. Cada bataab comandaba sus propios soldados, bajo las ordenes del namcom o general, quien era elegido por sus hazañas militares, durante 3 años en el ejercicio del cargo.Los batabood constituían la nobleza hereditaria (almehenoob, que sig. “Los que tienen padres y madres”). En el gobierno de sus jurisdicciones eran auxiliados por los Ah cuch caboob, de quienes debían aceptar consejos. Iban siempre acompañados de ayudantes mensajeros llamados Ah Kuleloob.La nobleza hereditaria estaba exenta de tributos, constituyendo una verdadera corte real. Los funcionarios menores también gozaban de privilegios mientras desempeñaban sus empleos. Al último escalafón administrativo pertenecían los tulipes o alguaciles que velaban por el cumplimiento de las leyes.

A la nobleza social y política seguía en jerarquía el sacerdocio; el supremo sacerdote era denominado Ahuacan, oficio hereditario que recaía sobre un pariente inmediato del Ahau. De él dependían los chilanes, sacerdotes encargados de los oráculos y de confeccionar los horóscopos individuales además de manejar los calendarios y llevar los libros sagrados. Un sacerdote con el mismo nombre del jefe militar (nacom) ejecutaba los sacrificios humanos; le ayudaban los chaces, 4 ancianos respetables elegidos especialmente para la ocasión; estos entregaban el corazón al ahkin, quien lo ofrendaba a las deidades. El último lugar en la jerarquía sacerdotal era ocupado por los ahmén o curanderos.

Se piensa que dichos oficios eran electivos y rotativos, de esta manera cada campesino tenía la oportunidad de alcanzar el prestigio de servir a los dioses. Igual procedimiento debió seguirse con los oficiales administrativos del sector rural, quienes con excepción del puesto de bataab, podían aspirar a ocupar los cargos existentes en sus respectivos parajes y rancherías.
Los esclavos eran prisioneros de guerra, también se compraban en las poblaciones vecinas o adquirían esa condición ladrones y asesinos. Los primeros se destinaban al sacrificio.

Aspectos Culturales:

Arte:

En Arquitectura destacaron los santuarios piramidales, los cuales culminaban en una cima truncada sobre la cual se alzaba un templo al que se llegaba mediante una escalinata central de angostos peldaños.Frente a los templos se encontraban “estelas y altares” de piedra estucada. Las primeras consistían en figuras esculpidas en bajorrelieve representando dioses o personajes significativos en la historia o estructura social maya. En los costados escribían el hecho conmemorado y la fecha.Los altares se colocaban frente a las estelas; tenían formas redondas, a veces imitaban cuerpos de animales. Sobre su superficie se depositaban ofrendas consistentes en animales, piedras preciosas y alimentos.

Los palacios tenían varias puertas (anchas). Columnas sostenían los techos planos que descansaban sobre vigas. Un sistema de desagüe vertía hacia el exterior el agua acumulada. Sobre el techo paralelamente a la fachada principal se agregaba otro muro decorado con bajorrelieves cuyo único objetivo era elevar la construcción en comparación a los árboles circundantes (se les ha denominado crestería).En la parte superior de los muros y en los costados esculpían decoraciones en formas de mosaicos o mascarones de deidades.
Las canchas de juego a la pelota:

Sobresalían en los centros ceremoniales, tenían la forma de una I; en sus muros laterales se hallaban uno o más arcos de piedra. Redondos como los arcos de basketball estaban empotrados verticalmente a + de 2 metros de altura. Los jugadores que variaban en nº del 11 al 12 distribuidos en 2 bandos debían hacer pasar la pelota de caucho (que pesaba aprox. 2 kilos) por el agujero golpeándola con cualquier parte del cuerpo menos manos o pies.Del juego en cuestión se ha llegado a decir que tenia un objetivo místico, en la cancha de Chichén Itza (166 metros de largo x 28 metros de ancho) en las murallas se ha encontrado un bajorrelieve que representa al capitán de un equipo decapitando al del adversario con el fin de alimentar al Sol. Por ello se sostiene que el encuentro tenía una finalidad religiosa (decidir el destino de los vencedores y vencidos; halagar algún dios).

El Desarrollo Científico:

Desarrollaron un sistema de escritura jeroglífica y un sistema matemático. La escritura no ha podido ser descifrada porque sus glifos (letras) corresponden a una mezcla de sonidos e ideas.En matemáticas poseían solo 3 signos: una especie de concha representaba el 0, un punto 1 y una barra 5.En astronomía calcularon el movimiento de traslación de la Tierra (fijado en 365,2420 días).Elaboraron el concepto de año bisiesto; determinaron con escaso margen de error la revolución completa de la Luna alrededor de la Tierra y sus correspondientes fases lunares.Asimismo, elaboraron un zodiaco compuesto por 13 casas (signos), para regir la vida de sus habitantes. Un calendario Solar (o también llamado Civil, “Haab”), fundamentalmente para la regularización de las tareas agrícolas y uno religioso (Tzolkin), el cual se basaba en el ciclo lunar. Los días se consideraban dioses, por lo cual daba el nombre a los recién nacidos y determinaba el horóscopo que regiría su vida.

La percepción de los mayas por fijar el transcurso del tiempo evidencia que sus vidas dependían de las deidades que regían día y mes en ambos calendarios. Ello los hizo ser fatalistas, pensaban que los sucesos se repetían, cada cierto tiempo como sucedía con su rueda calendárica.
El hombre maya vivía entregado a las deidades que formaban su ineludible destino. Poseían un complicado politeísmo que incluía dioses representantes de las fuerzas naturales animales, fenómenos celestiales y seres humanos, muchos de ellos se confundían bajo un mismo concepto.

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